Me
llamo Francesca, nací en un hermoso país del Caribe llamado Venezuela. Soy descendiente
de italianos y españoles que llegaron a este país en la época de la segunda
guerra mundial y comenzaron una nueva vida en estas tierras. Muchos de mis
antepasados amaban el mar, así que por mis venas corre sangre marinera. Un 19
de agosto de 1976 llegué a este mundo, 3 días antes de nacer nadaba en la panza
de mi madre en un hermoso cayo de Morrocoy, conocido como Cayo Muerto y, desde
entonces, es uno de mis sitios preferidos del Parque Nacional Morrocoy. Al
cumplir 1 año, una enfermedad llamada Tosferina (tos convulsa) junto con la
polio marcaron mi vida para siempre, ya que mis huesos se torcieron, sufrí de
asmas, tengo miles de alergias, entre tantas cosas más. Por ende, esto llevó a
un cambio en mi vida, mudanzas y millones de etcéteras. Desde ese momento, los
deportes como el voleibol estaba prohibido para mí al igual que muchas otras
actividades. Mi familia, para no criarme como una persona condicionada, fue un
apoyo total, le debo la vida a mi madre. En resumen, el único deporte que puedo
y debo practicar es la natación, desde entonces comencé a pasar horas y horas
en una pileta (piscina) y en las aguas azules del mar de mi hermosa Venezuela.
A lo largo de mi vida me han acompañado los
valores de mi familia, la música, el respeto por la naturaleza, la adrenalina
de conocer, viajar, de explorar, de vivir de sentir… Me acompañó también la
lectura y la escritura, la pasión por la gastronomía y unas cámaras
fotográficas, regalos de mi familia. Desde los 2 años practico natación 4 horas
el día (deporte que me salvó la vida) y a los 4 años comencé a hacer snorkel y
a conectarme con un mundo, el cual hoy en día llamo Mi Mundo. No camino muy
bien por que son varios los huesos torcidos que tengo, sin embargo, eso no me
detuvo, aprendí a nadar como cual sirena bajo el mar y desplazarme como un pez.
Para mí es normal jugar con calamares, estrellas de mar, pulpos, manta rayas y
otras criaturas marinas. Amo el mar y durante años he aprendido mucho de su
comportamiento, cambios de clima, etc. Pienso que todos los seres humanos
tenemos mucho que aprender del comportamiento del mundo marino y, en especial,
a respetarlo y admirarlo, debido a que todo aquel que logre conectarse con él
será capaz de lograr muchas cosas.
Hoy en día mi mayor reto es conocer todos los
mares del mundo y fotografiarlos a puro pulmón. Soy una viajera inquieta, y por
eso me dedique al turismo, amo viajar, cuando voy a sitios donde no tengo mar,
o no es época de entrar al él, me deleito en la fotografía. Para mí viajar es
vivir, y se vive sintiendo, conviviendo, admirando y respetando, dejando una
huella de amistad en cada lugar que puedo conocer, por eso este blog está
dedicado a mi familia, a mis amigos de alrededor del mundo y a todos los
lectores que me darán la fuerza para seguir escribiendo y contando cada cosa
maravillosa que me pasa dentro y fuera del agua.
